quinta-feira, março 09, 2006

Como vaticinaba ( y ahora no recuerdo si en con v o con b, a causa del portugués), era todo culpa de esa dictadura hormonal bajo la que nos vemos sometidas las raparigas una vez al mes, con suerte. Esa misma noche mi humor cambió completamente.Salí por el Barrio Alto como casi siempre, pero esta vez con mis compis de piso, y estuvo divertido.
Creo q ya acabaron los momentos de soledad y no porque yo quiera, pero van surgiendo vente mil planes para un mismo día. Mi círculo social se ve aumentado por día a un ritmo de 10 o 15 personas mínimo, así que las posibilidades son miles.
De lo que sigo un porco harta de subir cuestas, mis zapatos no lo asimilan.

Creo que este es uno de los últimos reductos que quedan en Europa que no es para nada Europa, y me refiero a la Europa que nos quieren implantar de tan sólo prohibiciones y consumismo masivo. He venido al lugar adecuado en el momento adecuado, sólo deciros que se puede fumar en toda la facultad y dentro de los centros comerciales, ... os lo podeis imaginar. Pero esa enfermedad europeda que me han ido contagiando sin darme cuenta a veces sale a flote por un instánte, por ejemplo cuando me rayo inconscientemente porque alguien está fumando fuera de la clase, ya no digo dentro.

Me voy a furmarme un cigarrito.

2 Comments:

Blogger Sr.Plástiko said...

No t ralles hija mia, k los comienzos siempre son lo mas duro y triste. Pero llega un momento en el uno comienza a pensar, "pues mira, no se esta tan mal aki" y es entonces cuando se keda uno mas trankilo y se adapta.
Por cierto, la zona en la k vives se ve bien bonita, y las demas fotos m molan, son de sitios muy chulos, en breve m los enseñaras, espero.
Dsd la otra Europa, t kieren molt

20 março, 2006 11:39  
Blogger Marcel Pommiez said...

buen blog, un poco extraño pero bueno. Te sigo leyendo...

Saludos

22 março, 2006 20:35  

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